Hay ambulantes que gritan y comercios que ponen parlantes a todo volumen. El centro capitalino soporta sonidos de entre 90 y 100 dB, muy por encima del límite de 65 dB fijado por la OMS. La polución sonora se duplicó según los expertos. Oídos y estados de ánimo así lo denuncian.
Viven aturdidos y agobiados en el centro del ruido
Las motos aturden con sus caños de escape estrepitosos. Autos y colectivos agobian con sus motores y bocinas.
LA GACETA / FOTO DE ANALIA JARAMILLO